Dijo Schiller

“El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida”

Dando pie a una corta reflexión sobre el significado de estar aquí, sobre el significado de ser, sobre el significado de reunirnos en este pequeño espacio para celebrar la victoria y los sueños que se han hecho realidad.

Luego de todo un magnífico tiempo que hemos podido compartir, doy fe que el grupo de estudiantes que está por incorporarse tiene claro en su vida misión, como aquella anciana, en la historia que cuenta de cuando los tanques de Hitler cruzaron la frontera de Polonia; ella salió a su encuentro furiosa, amenazándoles con un palo.

- Es absurdo lo que haces - le dijo un vecino - ¿No ves que no sirve para nada?
- Sí sirve - dijo la abuela - ¡Sirve para dejarles bien claro de parte de quién estoy!

Ustedes colegas nos han dejado en claro de parte de quien están.

Hubo momentos en el que dejamos de creer en el amor, y luego apareció esa persona y no pudimos dejar de amarla cada día más.

Hubo un tiempo en el que la amistad parecía no existir, y conocimos ese amigo/a que nos hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo instantes en el que estábamos seguros que la comunicación con alguien se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de nuestras casas.

Hubo cuando una pelea prometía ser eterna; y sin dejarnos ni siquiera entristecernos, terminó en un abrazo.

Pasó que un examen parecía imposible de pasar; y hoy es un examen más que aprobamos en la carrera.

Otra vez dudamos de encontrar un buen trabajo; y hoy podemos darnos el lujo de ahorrar para el futuro.

Sucedió que sentimos que no podríamos hacer algo; y hoy nos sorprendemos haciéndolo.

Cierto día creímos que nadie podía comprendernos; y nos quedamos boquiabiertos mientras alguien parecía leer nuestro corazón.

Hubo minutos en el que quisimos bajar los brazos y dejar de luchar; y hoy nos damos cuenta que si nos proponemos podemos llegar muy lejos.

Hubo períodos en el que parecía que el todo el mundo nos daba la espalda; y hoy agradecemos las lecciones que nos dio la vida.

Así como hubo lapsos en que la vida cambió en un instante, nunca olvidemos que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.

Nunca dejemos de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.

Recordemos: "todo lo que sucede, sucede por una razón".

Ustedes son agentes de cambio, saben que las cosas cambian. Cada instante es diferente al anterior. Me preguntarán, ¿Las cosas cambian para mejor o para peor? Eso depende. Depende únicamente de nosotros. El cambio es neutral.

El cambio es la manera de moverse de un punto a otro. Es esencial para la vida misma. Pensemos en todos los procesos de cambio que están teniendo lugar en nuestros cuerpos en este preciso instante, y que nos sirven para mantenernos vivos momento a momento.

Cuando las cosas marchen de maravilla, algo cambiará. Cuando nos sintamos absolutamente desesperados, algo cambiará. Forma parte de la naturaleza de nuestra existencia. Los cambios seguirán ocurriendo. Mediante ellos podremos aprender, crecer y prosperar. Debemos buscar las oportunidades que ofrece cada cambio. Están allí, y nos llevarán donde deseemos ir.

El mérito pertenece al ser que está en la arena, cuya cara está cubierta de polvo, de sudor y de sangre, que lucha con valentía, que se equivoca y vuelve a levantarse una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin desventuras, el individuo que con gran devoción se da a una causa noble, que sabe que en el mejor de los casos al final se encuentra el éxito y en que en el peor, si falla mientras intenta sus objetivos, sabe que su nombre nunca estará con las tímidas y frías almas que no conocen ni la victoria ni la derrota.


Hoy es un momento de dar. Recuerdo una historia que leí hace algún tiempo, que nos puede ayudar a dimensionar el dar. Esto sucedió en un hospital donde estaba interna una niñita que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le pregunto si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudó por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir:

Sí, yo lo haré, si eso salva a mi hermana.

Mientras la transfusión continuaba, el niño estaba acostado en una cama al lado de la ella, sonriente viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces, de repente, la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. El miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa

¿A que hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.

Den todo por lo que amen. Actitud, después de todo, eso es lo que cuenta en el árbol de la vida, actitud.

Gracias por crecer con nosotros y buena suerte.

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